Higiene bucodental

La higiene bucal debe realizarse 3 veces al día, después de las comidas principales con una duración de 2 minutos cada vez. Es importante no picar nada entre horas. Es aconsejable la utilización de un cepillo de gama media de dureza o incluso mejor un cepillo eléctrico de cabezal pequeño, para tener mejor acceso a todas las caras de los dientes, que deberá de recambiarse cada 2 meses. El cepillado debe ser rutinario, empezando siempre por la misma zona y acabando igualmente en el mismo sitio, de esta manera nunca olvidaremos ninguna zona de la boca por cepillarnos.

 

 La técnica de cepillado debe ser circular o vertical y nunca horizontal, salvo en las caras oclusales de premolares y molares superiores e inferiores. No es necesario hacer mucha fuerza, ya que la placa que acumulamos diariamente es una película que necesita poca fuerza para ser desprendida del diente aunque si es importante un determinado tiempo de aplicación. La parte posterior de incisivos superiores e inferiores debe realizarse colocando el cepillo de manera perpendicular al eje axial del diente. Una vez finalizado el cepillado de los dientes, se recomienda el cepillado de la cara interna de los carrillos y la cara dorsal de la lengua, ya que en estas zonas también se retiene placa bacteriana.
 

  Para completar la higiene bucal debemos usar seda dental en todos los espacios interdentarios. Para ello tomamos unos 50 cm de seda dental y lo anudamos alrededor de los dedos corazón de ambas manos, anudando más seda en un dedo que en otro. Mantenemos la seda tirante con los pulgares e índices, y deslizamos suavemente entre los dientes, teniendo cuidado de no dañar las encías. Curvaremos la seda alrededor de cada diente formando una “C” y moveremos despacio la seda de arriba abajo. La seda usada se va enrollando en el dedo donde haya menos cantidad de seda, de manera que siempre usemos seda limpia.

 

Podemos completar nuestra higiene dental usando también cepillos interdentales, sobre todo en los espacios interdentales más anchos, habituales en los pacientes periodontales, al igual que pastas dentífricas y colutorios específicos para el tratamiento de distintas patologías, como sensibilidad dentaria, inflamación de las encías, blanqueamiento dentario, etc. Habitualmente los pacientes deben hacerse revisiones anuales, lo cual nos permitirá la detección precoz de las posibles patologías que puedan surgir. En casos particulares, es aconsejable hacer un seguimiento dos o tres veces al año.