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  1. Periodontograma:Para conocer el estado de las encías, tener un buen diagnóstico y poder elaborar un plan de tratamiento adecuado, debemos primero analizar su estado. De este modo sabremos, de forma objetiva, cómo se encuentran en este momento. Para ello y con ayuda del ordenador y del sistema Florida Probe®, elaboramos un mapa que muestra el estado de las encías alrededor de cada diente (6 puntos de evaluación por cada diente). Según lo que vemos en ese mapa, y siguiendo nuestros protocolos basados en la evidencia científica, programamos el tratamiento adecuado a cada caso. El periodontograma también nos servirá para comprobar, de forma objetiva, si hemos conseguido curar completamente el problema de las encías al terminar el tratamiento, y nos permitirá también controlar su evolución a lo largo del tiempo, durante los mantenimientos y revisiones regulares. De este modo, pasamos a controlar totalmente el estado de las encías y podemos mantenerlas sanas durante toda la vida.
  2. Escaneo de boca: Será de gran ayuda para que el paciene vea la posición de su encía al comenzar el tratamiento y cómo va evolucionando a lo largo de los años. La estabilidad de la posición de la encía asegura una correcta evolución del mantenimiento.
  3. Limpieza con ultrasonidos y raspados y alisados radicurlares manuales:Guiados por el mapa de las encías y las radiografías, y en manos expertas, nos aseguramos en primer lugar de eliminar toda la placa bacteriana y el sarro presente, no sólo en la zona visible de los dientes, sino también bajo las encías y en los rincones de más difícil acceso. Este primer paso es esencial para empezar la recuperación, pero hemos de ir más allá.
  4. Control radiográfico con aletas de mordida: la estabilidad del hueso es el objetivo fundamental de este proceso. Sin una guía inicial de su estado no es posible evaluar evolución en el tiempo.
  5. Cultivo bacteriano y control microscópico:Todos tenemos bacterias en la boca, pero existen muchas variedades distintas, y algunas son más agresivas que otras. Las bocas más descuidadas suelen contener especies de bacterias anaerobias e incluso amebas, que producen mucha inflamación y destrucción del hueso de soporte de los dientes. En caso de identificar este tipo de microorganismos, debemos eliminarlos para conseguir que la flora oral se repueble con bacterias más «saludables». Para ello empleamos sistemas de irrigación bajo las encías, uso de probióticos, aplicación de geles bioadhesivos y de antibióticos tópicos o en ocasiones antibióticos sistémicos durante unos días.
  6. Eliminación del tejido epitelial inflamatorio de la parte interna de las encías:Explicado de modo esquemático, las encías tienen dos capas. La capa interna está formada por tejido conectivo, que le permite unirse al hueso de los maxilares y a los dientes. La capa externa está recubierta por tejido epitelial, que sirve para protegerse del roce de los alimentos, los productos químicos, las bacterias, el cepillado, etc. Cuando se acumula sarro bajo las encías, el tejido epitelial crece por la parte interna del surco gingival a fin de defenderse de la irritación que le provocan las bacterias. Por eso, si simplemente realizamos una limpieza convencional una vez al año, no conseguimos solucionar el problema ni detener la enfermedad periodontal, ya que, aun consiguiendo eliminar el sarro, las encías no pueden volver a unirse al diente, con lo que queda un rincón (una «bolsa periodontal») bajo las encías donde en poco tiempo vuelve a acumularse placa bacteriana y sarro. Antiguamente, para eliminar esta capa de tejido epitelial interno era necesario pasar por una cirugía. Hoy en día no hace falta. La solución es mucho más sencilla y cómoda y podemos conseguirlo aplicando unas irrigaciones bajo las encías, que no generan la más mínima molestia ni incomodidad y consiguen el mismo resultado.
  7. Cirugías periodontales y regenerativas:Aunque intentamos evitar tener que llegar a realizar ninguna cirugía, en los casos más severos puede ser necesario recurrir a ella para solucionar el problema. Existen muchas técnicas quirúrgicas que nos permiten tratar los problemas de encías avanzados. A menudo podemos conseguir, no solo curar la enfermedad de las encías presente, sino que también podemos regenerar el hueso perdido localmente mediante las técnicas de regeneración ósea guiada. Los injertos, el uso de factores de crecimiento, de proteínas sintéticas de esmalte, etc.
  8. Enseñanza de higiene oral y mantenimiento:Una vez curada la enfermedad periodontal, resulta muy sencillo mantener las encías sanas siguiendo nuestros planes de mantenimiento y revisiones de control periódicas. La enseñanza y la motivación en las técnicas de higiene oral en casa es una parte muy importante del tratamiento.

 

Con el correcto seguimiento, podemos tener las encías bajo control a lo largo de toda la vida.

Logos de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia
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