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El bruxismo (apretamiento o rechinamiento de dientes) es una alteración muy común en la población de hoy en día, pues está muy relacionado con el estrés y ansiedad. Las personas bruxistas aprietan o frotan fuertemente los dientes superiores e inferiores, un hábito involuntario especialmente durante la noche.

En la unión de las raíces de los dientes con el hueso de los maxilares existen unos sensores de presión, que impiden que hagamos demasiada fuerza al cerrar la boca, para evitar dañar los dientes, los músculos o problemas de articulación temporomandibular. Sin embargo, estos sensores no nos protegen durante los períodos de inconsciencia (como cuando estamos dormidos). Es por eso que, durante la noche, podemos apretar los dientes y con más fuerza incluso que durante el día.

El bruxismo provoca, con el tiempo, desgastes importantes en los dientes con problemas dentales de salud, musculares, dolor de cabeza y de cervicales, y puede dañar la ATM (articulación que nos permite abrir y cerrar la boca).

El procedimiento convencional consiste en la colocación de una férula de descarga nocturna. Cabe señalar que en muchas clínicas low-cost tipo franquicia llaman férula de descarga a las planchas termoplásticas de vacío, que son muy económicas, pero que no ayudan en absoluto al tratamiento del bruxismo y sus problemas asociados.

En Clínica Dental Domínguez-Lemus vamos más allá. Estudiamos a fondo el origen del problema y lo tratamos de forma integral. Si estamos ante un bruxismo incipiente, podemos prevenir su evolución con el uso de nuestras cómodas férulas de descarga rígidas, con rebase blando en el interior y ajustadas con articuladores personalizados. Si el caso está más avanzado, el procedimiento puede requerir terapia con nuestro fisioterapeuta, ajuste oclusal, ortodoncia, relajantes intramusculares, placas de reposicionamiento, etc.

Placas de descarga

Una vez que hemos estudiado el caso, hemos diagnosticado correctamente el tipo de problema existente y hemos elaborado nuestro plan de tratamiento, puede ser que esté indicado realizar una placa de descarga.

Una placa de descarga es un dispositivo de acrílico que se coloca (generalmente encajado recubriendo parte de los dientes superiores) y que evita que los dientes naturales se desgasten. También busca crear un encaje ideal al cerrar la boca con la placa puesta. Por lo tanto, una simple cubeta termoplástica NO es una placa de descarga. Existen muchos tipos de placas de descarga.

Dependiendo de en qué estado se encuentre la articulación de la mandíbula, y del tipo de bruxismo o de problema muscular-articular del paciente, el diseño y la función de la placa de descarga variará.

En la boca, la forma de encajar de los dientes es un mecanismo de altísima precisión. Tan sólo el grosor de un cabello entre los dientes es suficiente para desequilibrarlo. Por eso, las placas de descarga deben estar muy bien ajustadas y han de cumplir una serie de requisitos para llevar a cabo su función de protección, relajación y recuperación muscular-articular correctamente.

Es importante que sean cómodas y no se noten apretadas.

Al cerrar la boca, cada diente debe tocar con la fuerza adecuada. Al mover la mandíbula hacia los lados y hacia adelante, es esencial que controlemos con precisión qué dientes tocan y de que forma, y se han de evitar las interferencias y contactos inadecuados.

Un diente que contacta cuando no ha de hacerlo puede provocar una reacción de bruxismo, ya que el cerebro lo interpreta como algo no deseado e intenta desgastarlo o destruirlo para evitar la interferencia.

Además, al cerrar la boca, la articulación de la mandíbula ha de quedar en la posición correcta según cada caso.

El ajuste y mantenimiento adecuado de una placa de descarga no es sencillo, y ha de ser llevado a cabo por un profesional muy experto en el tema.

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